FILLOAS

Nos estábamos preguntando el otro día con qué podríamos acabar una buena cena y, Fernando y Arturo, recordando sus días de peregrinos,  han propuesto hacer unas filloas y, como no podía ser menos, nos hemos puesto a ello: hemos buscado una receta que nos convenciera, la hemos adaptado a nuestros gustos y la hemos hecho y os aseguro que ha quedado de fábula.

Por si no lo sabíais, la filloa es un tradicional postre gallego, que se elabora básicamente a partir de harina, leche y huevos y que se puede acompañar tanto de dulce como de salado. En esta ocasión, hemos decidido acompañarlas de nata montada y de chocolate fundido.

Animaros a hacerlas, son muy fáciles, quedan exquisitas y resultan muy económicas. Y, por si eso fuera poco son muy versátiles y podeis rellenarlas de lo que querais, dulce o salado.

 

Ingredientes:

·         6 huevos
·         ½ l. de leche
·         200 gramos harina
·         70 gramos mantequilla
·         30 gramos de azúcar
·         ½ copita de anís
·         Una pizquita de esencia de vainilla
·         Manteca/mantequilla/aceite (a elegir)
·         Sal (una pizquita)

 Elaboración:

            En un vaso de batidora, poner en primer lugar los huevos y batirlos bien. Agregar la mantequilla fundida y la harina y volver a batir sin parar hasta que no quede ningún grumo.  A continuación echar la leche, el azúcar, la esencia de vainilla y la pizquita de  sal y volver a mezclar. Acabar echando el anís, mezclar un poco más  y dejar reposar de 30 a 45 minutos.

            Poner una buena sartén antiadherente a calentar y untar con la grasa elegida (manteca, mantequilla o aceite) retirando con un papel de cocina el exceso de grasa y, cuando esté bien caliente, echar un cucharón  de la mezcla, de manera que nos quede una filloa delgadita (cuanto más delgadas, más buenas). Dejar dorar y cuando se despegue de los lados de la sartén, dar la vuelta con ayuda de una espátula. Cuando esté dorada la filloa retirar y reservar aparte. 

           Como manda la tradición, la primera filloa la usará el cocinero para calibrar como está condimentada y comprobar si le falta añadir alguna cosa más

 

Seguiremos haciendo las filloas como hemos hecho anteriormente y las iremos reservando aparte, apilándolas según veis en la fotografía.

Para finalizar, solo quedará rellenar o cubrir las filloas con lo que queramos, en este caso lo hemos hecho con nata montada y un hilo de chocolate fundido.
Quedan estupendas, animaros a hacerlas.
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