Nos estábamos preguntando el otro día con qué
podríamos acabar una buena cena y, Fernando y Arturo, recordando sus días de
peregrinos, han propuesto hacer unas
filloas y, como no podía ser menos, nos hemos puesto a ello: hemos buscado una
receta que nos convenciera, la hemos adaptado a nuestros gustos y la hemos hecho y
os aseguro que ha quedado de fábula.
Por si no lo sabíais, la filloa es un
tradicional postre gallego, que se elabora básicamente a partir de harina,
leche y huevos y que se puede acompañar tanto de dulce como de salado. En esta
ocasión, hemos decidido acompañarlas de nata montada y de chocolate fundido.
Animaros a hacerlas, son muy fáciles, quedan
exquisitas y resultan muy económicas. Y, por si eso fuera poco son muy versátiles y podeis rellenarlas de lo que querais, dulce o salado.