Mi amigo Arturo me trajo de Guadalajara una bolsa con unas estupendas alubias arrocinas, una variedad de alubia, pequeña, de forma ovalada, casi redonda, blanca y que tiene, como característica más importante, un sabor fino y delicado, una consistencia mantecosa y una piel muy suave. Es una judía muy digestiva por su bajo contenido en fécula y su cocción es muy rápida.
Consultando por aquí y por allí he visto diferentes recetas, pero por ser la primera vez que voy a cocinar este tipo de legumbre, me he decantado por hacer un potaje, llamémosle estándar, vamos de los de toda la vida, en cazuela alta, con agua mineral, y acompañado de verduras y un buen chorizo fresco.
Vamos con la receta que, lógicamente, va dedicada a Arturo a quién además invitaré a degustar este plato.
Vamos con la receta que, lógicamente, va dedicada a Arturo a quién además invitaré a degustar este plato.